Nuestro Proyecto Escuela se fundamenta en la revalorización de la cultura escrita, la revalorización del LIBRO, en un mundo donde la imágen visual domina.
Es nuestro propósito trabajar para que cada aula sea una comunidad de lectores en donde se promueven permanentemente instancias de intercambio, fundamentación, debate, reflexión, argumentación de “modos de conocer” con creciente grado de autonomía en la búsqueda de información en diversas fuentes y en bibliografías de distinta especialización.
Es nuestro objetivo formar LECTORES competentes, autónomos y críticos/reflexivos.
El desafío de nuestro “Proyecto Escuela” es elaborar las estrategias que definan las condiciones institucionales y didácticas necesarias para el logro de éste propósito.
Formar lectores requiere de un aprendizaje mediado culturalmente por docentes que acompañen al estudiante, a lo largo de toda la escolaridad y en todas las áreas disciplinares del conocimiento, a valerse de la lectura como herramienta imprescindible no solo para estudiar y para disfrutar, sino también para ejercer un derecho sociocultural básico para el libre desenvolvimiento de sus potencialidades y de su ciudadanía.
El niño aprende de la televisión antes que de los libros: se forma viendo y no leyendo o escuchando lo que un adulto le lee y de esta experiencia resulta que los estímulos ante los cuales responde son, casi exclusivamente, los estímulos audiovisuales.
En este contexto, formar a nuestros alumnos como sujetos de las prácticas sociales del lenguaje, en una colectividad de lectores y observadores del medio implica:
Revertir este hábito como nuestro gran desafío
Despertar el poder de
la imaginación y el vuelo de
la fantasía, nuestro anhelo
Hacer de la lectura, en todas sus posibilidades
, una forma de vida, el motor que nos inspira
Defender al libro como valuarte de la cultura escrita
en la era de la revolución visual actual, nuestra meta
“Sólo cuando la lectura constituya una necesidad sentida por grandes sectores de la población, y esta población considere que la lectura puede ser un instrumento para su beneficio y sea de su interés apropiarse de ella, podremos pensar en una democratización de la cultura escrita”.
